La preocupación creada por la epidemia causada por el coronavirus ha provocado la necesidad de hacer hincapié en medidas preventivas, especialmente dirigidas a los profesionales de la salud bucodental. Distintos colegios profesionales como el COEM, la Fundación Dental Española o el Consejo de Dentistas han difundido información científica útil para la prevención y control del cuadro en las clínicas odontológicas, incluidas las ortodóncicas. La situación sanitaria ha llevado a las autoridades a adoptar medidas excepcionales, y también a pedir que toda la población que extreme la precaución para evitar los contagios.
Por ello es importante recordar que, hasta el momento, las principales vías de transmisión demostradas incluyen la directa (tos, estornudos, gotitas de Plügge) así como la transmisión por contacto de mucosas (nasal, oral y ocular) y la saliva.
Aunque la infección no suele incluir signos oculares, se ha confirmado la presencia del virus en la mucosa ocular.
Odontólogos y ortodoncistas están expuestos a los aerosoles y pueden inhalar los mismos.
Es importante tener en cuenta que la distancia de trabajo en las clínicas de ortodoncia suele ser inferior a 1 metro. Por otra parte, en el momento de comunicación con los pacientes (al informarles, darles el diagnóstico…) pueden transmitirse gotitas de Plügge.
Otra posible vía de infección del personal del equipo ortodóncico es al tocar con la mano superficies contaminadas, y llevársela después a mucosa nasal, oral u ocular
Pero, sin lugar a dudas, la principal vía de transmisión en odontología y ortodoncia es la generación de aerosoles que contienen saliva y sangre (y por lo tanto virus).
Cualquier gota de saliva puede transmitir el virus, por lo que ningún enjuague elimina el virus en la saliva producida con posterioridad a dicho enjuague.
Estos son algunos de los consejos para las clínicas vinculadas a la salud dental:
-Intentar programar las visitas de manera intentando evitar que coincidan varios pacientes en la sala de espera, o buscando mantener la mayor distancia posible entre uno y otro.
-Evitar que acudan acompañantes innecesariamente.
-Identificar a los pacientes potencialmente infectados antes de que lleguen a la consulta (por ejemplo, contactando ellos por teléfono antes de la cita, para preguntarles si han tenido fiebre (>37,3 oC), resfriado, tos seca, dificultad respiratoria, dolor muscular o dolor de cabeza en los últimos 14 días; si han estado en contacto con personas con estos síntomas en los últimos 14 días; si han estado en contacto con personas infectadas en los últimos 14 días; si vienen de zonas de riesg, áreas rojas o zonas en cuarentena; o si han frecuentado lugares o eventos muy concurridos en los últimos 14 días.
-A los pacientes que acudan a la cita, además de hacerles esas preguntas, se recomienda si es posible medirles la temperatura con un termómetro sin contacto directo (si tienen fiebre o responden “si” al menos a una de las anteriores preguntas, no deben ser tratados y se les remitirán a los servicios de emergencias indicados por las autoridades sanitarias).
Si el paciente responde “no” a todas las preguntas, y no tiene fiebre, puede ser tratado con las precauciones.
– Retirar los periódicos, revistas y libros de la sala de espera; desinfectar los tiradores de puertas, mostradores, teclados, pantallas, interruptores o grifos que haya tocado el paciente. Si es posible, se recomienda proteger a los recepcionistas con un cristal o con una distancia adecuada.
– Airear con frecuencia el box (al menos entre un paciente y otro).
-Hacer lavar/desinfectar las manos a los pacientes y acompañantes, antes y después del tratamiento.
No dar la mano a nadie
-Lavarse correctamente las manos antes y después de ponerse los guantes y entre cada paciente al menos durante 40 ́.
– Ponerse gafas de protección y visera, guantes de látex, gorro y mascarilla quirúrgica de un solo uso (las típicas 4-5 capas) y calzas impermeables. Si se usan mascarillas FP, recordar que DESDE EL PRIMER PACIENTE, se consideran infectadas todas las superficies externas, y se debe prestar atención al tocarlas con los guantes durante el tratamiento de los siguientes pacientes, al menos que se cambien para cada uno (pero antes o después nos quedaremos cortos…). Quitarse la mascarilla con los guantes sin tocar la cara y los elásticos (el poder filtrante de las mascarillas FP3 es válido como máximo por un día).
-No tocarse los ojos, nariz o boca sin antes lavarse las manos. Utilizar una bata desechable nueva con cada paciente.
-Ducharse en casa (u otro lugar) antes de tener contacto con los familiares.
-Un enjuague con peróxido de hidrógeno al 1% (agua oxigenada) o povidona al 0,2%, podría tener efecto sobre el virus presente en la cavidad oral del paciente durante el enjuague. Posteriormente, no dejar de hacer el enjuague con colutorio de clorhexidina 0,2 – 0,3%.
-Utilice tanto como sea posible el dique de goma y la aspiración doble.
– El instrumental rotatorio debe tener sistema antirreflujo, en caso contrario corremos el riesgo de infectar las mangueras del equipo. El contraángulo probablemente genera menos aerosol que la turbina.
– Es necesario desinfectar adecuadamente las impresiones, pruebas y registros enviados desde las clínicas dentales a los laboratorios.
-Las sesiones de higiene con polvo generan inevitablemente mucho aerosol.
-Ser minucioso con la remoción del instrumental y objetos de las superficies de trabajo en el radio de alcance del aerosol salival del paciente (prácticamente todo el box). Guardarlos tan pronto como sea posible en los cajones.
-Si se toman fotografías, conviene mover la cámara fuera del box una vez haya disparado. Envolver el microscopio con el celofán, si no lo usa o no es recambiable. Envolver y poner film adhesivo a todo, y cambiar todo para cada paciente.
Atención cuando toque las lupas de aumento, los cables, la batería, los botones y la fuente de iluminación. Quite las correas de la cámara de fotos. Una vez cambiadas las coberturas monouso, procure no tocar la superficie externa. Desinfecte los taburetes después de cada uso a ser posible siempre con las ventanas abiertas y puertas cerradas. Los teléfonos inalámbricos y móviles deben estar en otra habitación (desinfectarlos a menudo).
-Realizar una rigurosa desinfección química u con UV de material no esterilizable y prótesis dentales antes de su utilización.
-Preparación de campo estéril completo en tratamientos quirúrgicos.
-Colocar el antebrazo delante de la boca sí hemos de toser o estornudar.
-Fregar el suelo con agua caliente y lejía después de cada tratamiento.
Todas estas medidas preventivas llevarán más tiempo del que se emplea normalmente, por lo que es necesario reducir el número de visitas al día.
También es importante desechar adecuadamente los materiales consumibles de un solo uso (normalmente en bolsas de plástico cerradas con un nudo).
Desde la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial rogamos que los profesionales extremen las precauciones para minimizar los riesgos.