La evolución de este campo odontológico ha venido de la mano de la nanotecnología, la administración de factores de crecimiento óseo y membranas para la regeneración de tejido, así como de los nuevos materiales y sistemas de diagnóstico.
Hace tiempo que las dentaduras postizas dieron paso a los implantes dentales y cada vez son más las personas que recurren a estas técnicas para recuperar las piezas, mejorar su salud y su estética bucodental. Se trata de una de las grandes innovaciones en el terreno de la Odontología, ya que los procedimientos son más naturales y menos invasivos a medida que las nuevas tecnologías avanzan en la materia.
Los biomateriales basados en titanio logran formar un todo con el tejido biológico del paciente gracias a la colonización con células osteoprogenitoras.
En cuanto a la nanotecnología, esta parece contemplar numerosas ventajas en el ámbito de la Salud, por lo que el terreno odontológico no iba a quedarse atrás… En este sentido, numerosas compañías comercializan desde nanorellenos o adhesivos hasta resinas nanohíbridas.
La aplicación de estos materiales a los implantes dentales, como revela el informe US markets for dental implants del Millennium Research Group, pasa por la mejora de la integración ósea y de la reducción en el tiempo de recuperación, mientras que en el caso de los empastes, son las nanopartículas de plata las que han cobrado un gran protagonismo por sus propiedades antibacterianas y antifúngicas.
Por otra parte, según concluyeron los expertos en el último encuentro organizado por la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM), el uso de biomateriales, la administración de factores de crecimiento óseo y membranas para la regeneración de tejidos y la aplicación de nuevos desarrollos diagnósticos como la planificación virtual en 3D también están revolucionando el mundo de los implantes dentales.
En este contexto, los compuestos basados en el titanio se encuentran a la orden del día logrando formar un todo con el tejido biológico del paciente gracias a la colonización con células osteoprogenitoras. De esta forma, se consigue que la nueva pieza dental garantice una durabilidad en torno a unos 30 años.
Eso sí, para que estas técnicas tengan éxito es necesario que el especialista conozca a conciencia el caso concreto del paciente de forma precisa, lo que en la actualidad gana una mayor sencillez gracias a los nuevos sistemas de diagnóstico que permiten la reconstrucción de imágenes de tres dimensiones.
Los escáneres de última generación ofrecen la imagen 3D de la zona a intervenir recreando los cambios que obtendrá el paciente por adelantado
Y es que, los escáneres de última generación ofrecen la imagen 3D de la zona a intervenir recreando los cambios que obtendrá el paciente una vez que haya finalizado el procedimiento. Esto, aplicado también a los implantes dentales, permite su colocación en el mismo momento de la extracción y sin la necesidad de abrir la encía para mayor comodidad y una rápida recuperación del paciente. Un procedimiento planificado es posible gracias a un software que dirige la intervención por adelantado, mientras que la impresora 3D elabora las férulas que guían al cirujano.
SOLUCIONES ALTERNATIVAS PARA PROBLEMAS ÓSEOS
En cualquier caso, someterse a un implante no supone las mismas facilidades para todos… En algunas ocasiones, padecer problemas óseos puede suponer una complicación extra a la hora de recurrir a ellos. Por este motivo, la nueva tecnología odontológica propone los implantes zigomáticos, una alternativa a las técnicas regenerativas que requieren largos procesos de recuperación.
En el caso de los pacientes oncológicos y otras personas que han padecido una piorrea muy agresiva o llevan mucho tiempo utilizando dentadura postiza, la falta de hueso es el límite principal, y para acceder a la ubicación anatómica es necesaria una longitud mayor que con los implantes convencionales.
A partir de esta tipología, por tanto, no solo se consigue atornillar la prótesis a pesar de la carencia ósea, sino que también se corrige el hundimiento de la zona labial y nasal que provoca la alteración de la estructura facial ante esa falta de hueso. No obstante, en algunas ocasiones es preciso regenerar ese tejido mediante injertos de hueso sientético y membranas de colágeno antes de aplicar el implante. Así, se consigue primero la cicatrización, y después la consolidación del nuevo tejido sobre el que va dicho implante.
EL FUTURO, HACIA LA REGENERACIÓN DENTAL
Un estudio de la Universidad de South California establece que el ser humano podría regenerar sus propios dientes mediante la reactivación de células madre
Hablando ya en términos futuristas, la tecnología odontológica aún no ha planteado la regeneración de la dentadura. Sin embargo, un estudio de la Universidad de South California, en Los Ángeles (EE.UU.) investigó, de la mano del profesor Yang Chai, el proceso de crecimiento de los molares en comparación con el resto de dientes que sí crecen en los roedores. Unas diferencias que, según contrastaron los científicos, podrían ser aplicadas a la dentadura humana a través de células madre.
De esta manera, el ser humano podría regenerar sus propios dientes una vez que estos se han desprendido. Para lograrlo, el equipo de Chai continúa experimentando con el objetivo de reactivar las células madre de los dientes que no crecen, pero son conscientes de que todavía les queda un largo camino por recorrer y además, reconocen que hay una escasez de células para generar ese crecimiento que pretenden.
En definitiva, parece que la regeneración tendrá que esperar, y por ello los científicos internacionales siguen velando por otros métodos innovadores, ya sea en otros avances de implantología, como en la toma de muestras de tejidos orales para la conversión de células de crecimiento que, sin duda, parece el camino hacia el futuro de la Odontología.